Mientras descansamos, nuestro cuerpo realiza múltiples funciones. Durante la noche, las hormonas cumplen un rol protagónico y se refuerza el sistema inmunológico. Las células se renuevan y están receptivas a cremas rejuvenecedoras.
Que el cuerpo descansa durante la noche, es una forma de decir. Mientras algunas funciones se aquietan, otras se ponen en marcha en las horas nocturnas, tanto para reparar el organismo y ponerlo a punto para el día siguiente, como para generar el equilibrio indispensable en nuestra humanidad.

Lejos de ser un periodo de quietud, "el sueño es un proceso activo ya que participa en la regulación de la respiración, ritmo cardíaco, presión arterial, digestión, temperatura corporal y funciones endocrinas con influencia en la secreción de numerosas hormonas, algunas de las cuales sólo son secretadas durante el sueño", explica Daniel Alvarez, neurólogo, Jefe de la Unidad de Patologías del Sueño del Instituto Modelo de Neurología - Fundación Lennox y del Servicio de Neurología de la Clínica Reina Fabiola.

Entre las actividades que se apaciguan, la presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyen, y el ritmo de la respiración se modifica.

Los ojos, en cambio, tienen periodos en que se desplazan de un lado a otro, sin que nos propongamos semejante ritmo. Esto ocurre durante una etapa indispensable del sueño, conocida como REM (sigla que deriva de términos en inglés que significan movimientos oculares rápidos) que pone a nuestro ser a soñar y soñar, mientras los músculos se relajan profundamente. A su vez, la duración del sueño REM es mayor cuanta más baja temperatura corporal tengamos. Además, este periodo es necesario para nuestro bienestar, nos acordemos o no de lo que hemos soñado.

Rarezas en la oscuridad
Mientras dormimos el cuerpo realiza un trabajo llamativo y sin explicación hasta el momento: secreta la hormona prolactina a niveles increíbles en ambos sexos, y cuando nos levantamos disminuye. La prolactina se encarga de producir leche y garantizar su suministro cuando una mujer está amamantando. Los hombres también tienen esta hormona y aunque su glándula mamaria es potencialmente capaz de producir leche, normalmente no lo hace. Entonces, ¿qué sentido tiene esta variación hormonal?

"Quizás sea la prolactina la que esté gobernando la orquesta de la actividad subcortical, que permite descansar, por un lado, y mantener el resto de las funciones orgánicas, por otro", aventura Rubén Daniel Ruiz, profesor asociado de la Cátedra de Fisiología Humana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC. "Hasta el momento, sólo hay varias teorías sobre su variación entre el día y la noche -agrega-, pero ninguna evidencia".

El sistema nervioso central (SNC) también trabaja y gasta energía hasta para dormir, ya que consume alrededor 5 gramos de glucosa por hora, en cualquier momento del día, "y por eso, hay que descartar la idea de adelgazar con sólo pensar", acota Marta Fiol, profesora titular de la Cátedra de Fisiología Humana.

Fabricación de anticuerpos y músculos
Durante el sueño, el sistema inmunológico se refuerza y justamente por eso es que cuando uno tiene fiebre, le recomiendan hacer reposo. Por lo visto, esta es una sana indicación y no una cuestión de haraganería.

Por otra parte y en el contexto de la fuerte actividad nocturna del sistema endocrino, al dormir se produce la hormona del crecimiento que interviene en el desarrollo de los niños y en la producción de tejido muscular.

"Si un bebé o niño en edad escolar fracciona su sueño por alguna causa de manera regular puede alterar su estatura y peso porque disminuye los niveles de secreción de esta hormona", subraya el neurólogo Alvarez.

Melatonina rejuvenecedora
La glándula pineal, ubicada en la parte posterior del cerebro (también conocida en la religión hindú como "el tercer ojo") produce la hormona melatonina que, ante el estímulo de la oscuridad, funciona como somnífero natural. Por ello, cuando es de día, la luz inhibe su secreción y nos mantenemos despiertos.

Además, se le atribuyen propiedades anti-age, "por lo que se está usando melatonina en terapéutica", señala Fiol.

Sobre esta virtud, Ruiz explica que "no hay nada científicamente probado, pero se supone que una mezcla de melatonina con una hormona que favorece la construcción de proteína, podría ayudar al rejuvenecimiento o a permanecer más tiempo joven".

Si fuera así, a los mayores de 40 años les vendría bien un agregado de melatonina, porque a partir de esa edad la actividad de la glándula que la produce disminuye estrepitosamente y esa es una de las razones por las que la gente duerme menos y por si fuera poco, esto coincide con la aparición de arrugas.

Pero a no alarmarse, porque hay cremas especiales para actuar de noche y atenuar los signos de envejecimiento.

Pieles frescas
Protegida en tu dormitorio, la piel está a salvo de agentes ambientales como el sol y la polución. Por lo tanto, es el momento ideal para reforzar la capacidad defensiva de tu epidermis y ayudar a que se regeneren sus células, aplicando sustancias específicas durante la noche.

En primer lugar, "hay que higienizar la piel para que luego productos que renuevan las células como diferentes ácidos, penetren mejor", indica Patricia Dermer, directora de Lidherma.

¿Cómo se repara la piel? "Optimizando la síntesis de ATP (energía celular) en los queratinocitos; limitando la generación de moléculas nocivas en el proceso de respiración celular; acelerando los procesos regenerativos y reparadores", detalla Liliana Monges Arejola, capacitadora de Germaine de Cappuccini.

Y si además dormiste bien, al otro día estarás con energía y la piel radiante.

Líquidos en reposo
Al dormir los ojos también se ubican para descansar y "toman una posición hacia arriba y afuera", ilustra Damián Strusgerg, oftalmólogo de la Clínica de Ojos Maldonado Bas.

"En cuanto a la secreción lagrimal -agrega-, existe una hiposecreción debido a que el párpado protege la córnea y no necesita tanta humedad".

Por otra parte, la saliva no se renueva como ocurre durante el día y la lengua permanece más quieta, con lo cual, no hay un arrastre constante de residuos alimenticios. Esta es la razón por la que los odontólogos indican que nunca hay que dejar de cepillarse los dientes antes de irse a la cama, para limpiar bien la boca y evitar que las bacterias se dediquen a fabricar caries.

Reloj biológico y obesidad
Los seres humanos estamos regulados por un reloj biológico que se conoce como ciclo circadiano y que está relacionado con el sueño, la reproducción, la regulación de la temperatura y presión arterial y con la digestión, entre otros aspectos.

Durante la noche el sistema digestivo está relativamente en reposo. Todo cambio que ocurra y que implique una sobreexigencia, lleva al sistema nervioso a detectar un estado de estrés y esto hace que ante esa angustia el individuo coma más. Por eso, cuando se altera el ritmo natural del organismo, hay una mayor propensión a la obesidad, como el caso de las personas que trabajan de noche cuando el cuerpo pide dormir.

Un dato interesante es que durante el horario nocturno las células tienen una menor afinidad por el azúcar de los alimentos que ha llegado a sus membranas por medio de la sangre. Esto hace que el organismo se predisponga más a la aparición de la ya tristemente famosa diabetes.

También se ha informado que el dormir menos de 6 horas favorece la aparición de obesidad, por lo que se recomienda que los seres humanos durmamos entre 6 a 8 horas.

No olvidemos que para llevar una vida sana es importante comer liviano de noche (como decían nuestros sabios abuelos, "cenar como un mendigo"), sin saltear las cuatro comidas principales y, siguiendo los patrones de la alimentación mediterránea, realizar una actividad física sostenida no muy intensa y dormir "como angelitos".